En el día de ayer me crucé con esta publicación de la Asociación Bautista Argentina en Facebook la cual me hizo pensar y re-pensar, ¿para qué esta el cristiano, nacido de nuevo, en esta tierra?. ¿Cuál debe ser mi estandarte de vida?. ¿Qué debo promover y defender como cristiano?.
La Asociación Bautista Argentina en el día de ayer 16 de Diciembre publicó lo siguiente en su página de Facebook:
«El acuerdo alcanzado en la Cumbre del Clima en París, compromete a los cristianos a seguir orando y hacer escuchar una voz profética para salvar el planeta Tierra.
El acuerdo final alcanzado por representantes de 195 países en París, implica reducir las emisiones de carbono y trabajar para detener el cambio climático, reducir la contaminación y así preservar el ecosistema y evitar catástrofes ambientales.
Sin duda se ha dado un paso importante. Son las comunidades de fe las que tendran que seguir el cumplimiento de lo pactado y consitituyéndose en promotores y motivadores en la aplicación en cada una de las Naciones, haciendo oír a los gobiernos su voz profética cuando no se cumpla con las acciones reales necesarias para su cumplimiento.
Será tambien obligación de las iglesias buscar mecanismos a nivel local y municipal que fomenten y alienten el cuidado de la Casa de Todos.»
El diablo es astuto, sabe que el tema más inquietante para el ser humano y con mayor incertidumbre es el ¿qué sucederá con el planeta tierra?. ¿Qué planeta quedará para las generaciones futuras?.
No estamos en contra de la clasificación de la basura para su posterior reciclado, sino como cristianos nacidos de nuevo, ¿qué es lo que promovemos?, ¿qué convicciones pesan más en nuestra vida cristiana?. No nos dejemos engañar, Jesús antes de ascender a los cielos les dejó a sus discípulos y a nosotros, una única orden, sí, una sola que debemos cumplir y es la siguiente:
«Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.»
[Mateo 28:19-20]
¿Jesús habla acaso de «salvar el planeta tierra»?. ¡NO! ¡¡¡Jesús habla de salvar, pero de salvar almas perdidas que deben arrepentirse!!!.
¿Menciona Jesús que es obligación de las iglesias buscar mecanismos a nivel local y municipal que fomenten y alienten el cuidado de la Casa de Todos?. ¡NO!. Para que se cumplan los mecanismos pactados entre países hay organismos internacionales que deben hacer el seguimiento y control, como ser la ONU; no es tarea de la iglesia ni de ningún cristiano velar por este mundo ni su destino. Dios, su Creador, ya le dio el destino de la destrucción final, ¿para qué ir en contra de los planes de Dios?.
«pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.
esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!.»
«Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.» [2 Pedro 3:7, 12-13]
No permitamos que satanás nos haga perder el tiempo con cosas vanas, pasajeras a las cuales no fuimos llamados a promover ni ejercer. No seamos participes de lo que el Vaticano y la ONU promueven para contribuir al Gobierno Mundial que se viene.
Luchemos por la Fe, oremos para que más almas sean salvas y seamos buenos embajadores promoviendo las Buenas Nuevas de salvación.
«Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.» [2 Timoteo 2:15]