La Biblia da instrucciones estrictas y prohíbe hurgar en el reino de los espíritus:
«No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos. Yo Jehová vuestro Dios.» Lv. 19:31.
«Y la persona que atendiere a encantadores o adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo pondré mi rostro contra la tal persona, y la cortaré de entre su pueblo.» Lv. 20:6.
«No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.» Dt 18:10-12.
Algunos que alegan tener contacto con espíritus son fraudes, pero por cierto hay casos genuinos. Dios está en contra de toda forma de espiritismo, sea real o fraudulenta.
«Así murió Saúl por su rebelión con que prevaricó contra Jehová, contra la palabra de Jehová, la cual no guardó, y porque consultó a una adivina, y no consultó a Jehová; por esta causa lo mató, y traspasó el reino a David hijo de Isaí.» 1 Cr. 10:13-14.
El caso del profeta Samuel (1 Sam. 28)
7 Entonces Saúl dijo a sus criados: Buscadme una mujer que tenga espíritu de adivinación, para que yo vaya a ella y por medio de ella pregunte. Y sus criados le respondieron: He aquí hay una mujer en Endor que tiene espíritu de adivinación.
8 Y se disfrazó Saúl, y se puso otros vestidos, y se fue con dos hombres, y vinieron a aquella mujer de noche; y él dijo: Yo te ruego que me adivines por el espíritu de adivinación, y me hagas subir a quien yo te dijere.
9 Y la mujer le dijo: He aquí tú sabes lo que Saúl ha hecho, cómo ha cortado de la tierra a los evocadores y a los adivinos. ¿Por qué, pues, pones tropiezo a mi vida, para hacerme morir?
10 Entonces Saúl le juró por Jehová, diciendo: Vive Jehová, que ningún mal te vendrá por esto.
11 La mujer entonces dijo: ¿A quién te haré venir? Y él respondió: Hazme venir a Samuel.
12 Y viendo la mujer a Samuel, clamó en alta voz, y habló aquella mujer a Saúl, diciendo:
13 ¿Por qué me has engañado? pues tú eres Saúl. Y el rey le dijo: No temas. ¿Qué has visto? Y la mujer respondió a Saúl: He visto dioses que suben de la tierra.
14 El le dijo: ¿Cuál es su forma? Y ella respondió: Un hombre anciano viene, cubierto de un manto. Saúl entonces entendió que era Samuel, y humillando el rostro a tierra, hizo gran reverencia.
15 Y Samuel dijo a Saúl: ¿Por qué me has inquietado haciéndome venir? Y Saúl respondió: Estoy muy angustiado, pues los filisteos pelean contra mí, y Dios se ha apartado de mí, y no me responde más, ni por medio de profetas ni por sueños; por esto te he llamado, para que me declares lo que tengo que hacer.
La explicación más probable es que esta mujer esperara contactarse con un demonio (que se hiciera pasar por Samuel, v. 11), pero para su asombro y pánico (v. 12), Dios en realidad permitió que Samuel se le apareciera y le diera un mensaje condenatorio para Saúl. El texto afirma en forma contundente que era Samuel (v. 15-16,20). Ningún agente de Satanás pudo haber dado un mensaje que tan claramente provenía de Jehová como se observa en el v. 17.
El pasaje no dice que la mujer hizo aparecer a Samuel de entre los muertos. El incidente no da pie para los falsos argumentos de parte de los espiritistas de que pueden hablar con los muertos. Los mediums no tienen acceso a los muertos pero se comunican con espíritus que se hacen pasar por personas que han muerto; de manera que a estos espíritus se los llama espíritus de mentira «El dijo: Yo saldré, y seré espíritu de mentira en boca de todos sus profetas. Y él dijo: Le inducirás, y aun lo conseguirás; ve, pues, y hazlo así.» 1 R. 22:22.
Comentario por el Dr. C. I. Scofield