El jefe de Twitter se disculpó durante el fin de semana por haber cenado en Chick-fil-A como ciudadano privado, en respuesta a la indignación liberal por los valores cristianos de la cadena de restaurantes.

El sábado por la noche, el director general de Twitter, Jack Dorsey, twitteó una captura de pantalla que mostraba que había comido en un local de Los Ángeles Chick-fil-A.

Chick-fil-A es famoso por los principios cristianos de su liderazgo nacional, incluido el cierre los domingos, que enumera «glorificar a Dios» como parte de su propósito corporativo, y su activo brazo caritativo. En los últimos años, los liberales han intentado boicotear la cadena debido a la oposición declarada del CEO Dan Cathy al «matrimonio» entre personas del mismo sexo y las donaciones de la compañía a grupos socialmente conservadores como Family Research Council y Focus on the Family.

Muchos empleados y clientes homosexuales han testificado que los principios de Chick-fil-A nunca se han traducido en malos tratos, y las protestas no han logrado frenar la popularidad o expansión de la compañía.

Sin embargo, una variedad de expertos de izquierda, artistas y otros se abalanzaron sobre Dorsey por impulsar a Chick-fil-A durante el «Orgullo Mes» LGBT.

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Dorsey es la última de una larga lista de figuras públicas y privadas a las que se avergüenza públicamente por asociarse con ideas, individuos o grupos con la oposición del lobby LGBT. A principios de este mes, la empresa de entrenamiento ChrossFit despidió al propietario afiliado de Indianapolis, Brandon Lowe, y al oficial de conocimiento, Russell Berger, porque Lowe había cancelado un evento de «orgullo» en su gimnasio y Berger lo había respaldado públicamente por oponerse al «pecado».

Sin embargo, en el caso de Dorsey, puede ser cierto que simplemente olvidó el cristianismo conservador de Chick-fil-A, y lo habría boicoteado si lo hubiera recordado. Él ha anunciado su apoyo personal al «orgullo» LGBT desde al menos 2013, y en 2015 declaró que «si rechazas el negocio de LGBT, no queremos tu negocio». (…)

Para muchos, el respaldo de Dorsey fue visto como una confirmación adicional de la intención partidista detrás de la evidencia de que Twitter discrimina a las voces conservadoras en su plataforma oficialmente neutral. La compañía ha intentado bloquear una serie de anuncios provida y permite que grupos de izquierda como el GLAAD pro homosexual lo asesoren sobre cuestiones de «confianza y seguridad». Además, los informantes de Twitter han sido atrapados en video admitiendo que «ocultan a la sombra» a los usuarios conservadores, y han admitido ante el Congreso censurar los hashtags de interés para los conservadores durante las elecciones de 2016. [Fuente]