Si alguna vez has mirado hacia el cielo y disfrutado de la vista de un pájaro que se desliza arriba, ten cuidado: podría ser un dron chino monitoreando cada uno de tus movimientos.

La idea puede parecer exagerada, pero las aves robóticas son una gran realidad, y China las ha estado utilizando para vigilar a personas en todo el país.

A diferencia de los vehículos aéreos no tripulados con alas fijas o palas de rotor, los nuevos drones en realidad imitan la acción de aleteo de las alas de un pájaro para escalar, bucear y girar en el aire.

Otro investigador involucrado en el proyecto Dove dijo que el objetivo era desarrollar una nueva generación de drones con ingeniería de inspiración biológica que pudiera evadir la detección humana e incluso el radar.

Las máquinas en la actual bandada de robots de China replican aproximadamente el 90 por ciento de los movimientos de una paloma real, dijo la persona, agregando que también producen muy poco ruido, haciéndolos muy difíciles de detectar desde el suelo, y tan reales que las aves reales a menudo vuelan junto a ellos.

El equipo realizó casi 2.000 vuelos de prueba antes de desplegar los drones en situaciones de la vida real, dijo el investigador, que pidió no ser identificado debido a la sensibilidad del programa.

Cada máquina está equipada con una cámara de alta definición, antena de GPS, sistema de control de vuelo y enlace de datos con capacidad de comunicación por satélite. El mecanismo de aleteo comprende un par de balancines accionados por un motor eléctrico, mientras que las propias alas se pueden deformar ligeramente cuando se mueven hacia arriba y hacia abajo, lo que genera no solo elevación sino también empuje para impulsar el dron hacia adelante.

El software especialmente diseñado ayuda a contrarrestar cualquier movimiento brusco para garantizar que la cámara incorporada consiga imágenes nítidas y video estable.

El uso de camuflaje, tal vez incluso plumas reales en el cuerpo exterior del dron podría distorsionar aún más la firma del radar, dijo.

Fuente: South China Morning Post