La tecnología biométrica es indispensable para el control de la población. De a poco esto se va haciendo cada vez más común, la gente lo abraza sin saber hacia dónde todo esto va todo esto dirigido. Ver: ¿QUÉ ES LA BIOMETRÍA?.
Gracias a la cámara y un software especial, estas máquinas en las cajas escanean la cara del cliente. Con esta información, se arroja una edad estimada y se aprueba o niega la venta. Demora menos de dos segundos.
¿Qué hacen con los datos? La empresa tiene una respuesta para los que se preocupan por la privacidad. “Diseñamos (este sistema) teniendo en cuenta la privacidad del usuario y la minimización de datos. No requiere que se registre por adelantado y no tiene que compartir dato personal alguno. No nos quedamos con información personal”, dicen.
El uso de este sistema no sólo asegura que los compradores de alcohol sean mayores de edad. Las promesas también apuntan a agilizar el pago en las cajas. “Los controles de edad representan más del 50% de todas las intervenciones del personal en autoservicios. Las identificaciones no sólo son un problema para los clientes, sino que también interfieren en la eficiencia de los supermercados”, explican. [Fuente]