Vivimos en lo que la Biblia dijo que serían los últimos tiempos, donde habrán personas amadoras de sí mismas: «Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios.» 2 Tim. 3:2-4.
Tanto es así que en Sugar Land, Texas, se presentó en 2016 una estatua para conmemorar la ‘selfie’.
Hasta ahora no hay problemas, sólo quizás tener que andar esquivando gente en la calle que anda ‘embobada’ mirando sus teléfonos, el problema es que la locura por las selfies va más allá, hasta el punto que cientos de personas han muerto, por sacarse una foto.
259 personas murieron entre 2011 y 2017 tratando de tomarse una selfie en situaciones extremas, según un estudio global de 2018.
Investigadores de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos recomiendan crear «zonas prohibidas para selfies» en sitios peligrosos para reducir el número de muertos.
Estos incluyen cimas de montañas, edificios altos y lagos, donde se produjeron muchas de las muertes.
Ahogamiento, accidentes de tránsito y caídas también resultaron ser las causas más comunes de muerte.
Pero el fallecimiento por ataques de animales, electrocución, fuego y armas de fuego también aparece con frecuencia en informes de todo el mundo.
En julio de 2016 Gavin Zimmerman, un joven de 19 años, falleció tomándose selfies en un acantilado en Nueva Gales del Sur, Australia.
Tomer Frankfurter murió en el Parque Nacional Yosemite, en EE.UU., en septiembre, después de una caída de 250 metros que sufrió tratando de tomarse un autorretrato.
Noticias como estas fueron las que se analizaron para compilar el estudio.
Los investigadores descubrieron que los decesos relacionados con los selfies son más comunes en India, Rusia, Estados Unidos y Pakistán.
El 72% de las víctimas eran hombres. [Fuente]