No, el título no es una broma, es real y no es el primer caso. Ya hemos visto anteriormente otro caso similar: HOMBRE SE OPERA PARA SER UN ‘ALIEN ASEXUADO’. Se supone que esto ahora tiene que ser normal, porque «estamos en el Siglo XXI y cada uno puede ser lo que quiera ser». Qué locura.

«También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.  Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno,  traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.» 2 Tim. 3:1-4.  

La Palabra de Dios es la misma ayer, hoy y por los siglos, y qué razón que tiene, sin dudas este texto habla de nuestros tiempos. 

Dzharet (Jareth Nebula), de 33 años, nació como mujer pero ‘cambió de sexo’ y afirma que ahora es una recién llegada sin sexo. Ella se convirtió en una transgénero y cambió su nombre a los 29 años de edad. Jaret retiró recientemente sus pezones para «sentirse menos humanos». 

Esta persona pide que cuando alguien se refiera a ella le hable con el pronombre «nosotros».  Tiene 78 estrellas  tatuadas en el cuerpo, cejas afeitadas para «parecerse más a un extraterrestre».  Según ella, no es de este mundo. Dice que estaba «atrapado» en el cuerpo humano contra su voluntad.

Cuando era adolescente, Jareth era muy femenina y quería convertirse en modelo, pero a los 29 años quería cambiar de sexo. Comenzó a tomar testosterona, se vistió como un hombre y se sacó los pechos. Pero tal cambio cardinal no la satisfizo.

«Sentí que estaba tratando de caber en la caja de otra persona. No quería entrar en ningún marco, me sentía como una criatura sin sexo. Además, siempre he admirado a los extraterrestres y he decidido identificarme con ellos «, dice.

Es muy triste ver como la humanidad está perdida, sin rumbo. Lejos de la presencia de su Creador, este mundo no tiene ninguna esperanza. Esta persona no es feliz ni como mujer, ni disfrazándose de hombre, y con toda seguridad, este nuevo experimento no le trará paz tampoco. La paz verdadera sólo viene al tener una relación personal con Cristo Jesús: «El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.» Jn. 10:10.