En un impactante informe, Bloomberg descubrió que «Amazon.com Inc. emplea a miles de personas en todo el mundo para ayudar a mejorar el asistente digital de Alexa que alimenta su línea de parlantes Echo».

«El equipo», dicen, «escucha las grabaciones de voz capturadas en las casas y oficinas de los propietarios de Echo. Las grabaciones se transcriben, se anotan y luego se devuelven al software como parte de un esfuerzo por eliminar las brechas en la comprensión de Alexa del lenguaje humano, ayudando a responder mejor a los comandos».

Amazon, no les dicen explícitamente a los usuarios que los están escuchando cuando se están comunicando con Alexa (y peor aún, cuando no lo están). En cambio, los materiales de marketing simplemente dicen que Alexa «vive en la nube y siempre se está volviendo más inteligente». Lo más cercano a la literatura de la compañía a la hora de admitir que existe un esfuerzo concertado para escanear y guardar la información recopilada en los dispositivos de Alexa es una línea desechable en sus «Preguntas frecuentes» que dice: «Usamos sus solicitudes a Alexa para entrenar nuestro discurso. Sistemas de reconocimiento y comprensión del lenguaje natural».

Es probable que la mayoría de los consumidores crean que se guardan y califican las solicitudes realizadas y las interacciones realizadas con Alexa. Esa es una conclusión razonable, particularmente dado que la aplicación Alexa enumera un «archivo» de solicitudes y respuestas de Alexa y permite a los usuarios calificar las interacciones y sugerir cambios.

Bloomberg, sin embargo, dice que hay un equipo de miles de trabajadores, la mayoría ubicados fuera de los Estados Unidos, que analizan los datos recopilados por Alexa. Estos trabajadores han jurado guardar secreto en el proyecto, que les obliga a buscar palabras clave (aunque dicen que filtran las palabras y frases que no creen que se suponía que debía recoger Alexa) y comparten lo que encuentran en una sala de chat interna.

Amazon se mostró a la defensiva sobre el programa en un comunicado enviado por correo electrónico a Bloomberg y señaló que creen que cuentan con las medidas de seguridad adecuadas para evitar el uso de la información personal de las personas, o incluso su divulgación pública.

Amazon tiene razón al decir que no es el único que usa un equipo humano para mejorar el rendimiento de sus productos de inteligencia artificial. Siri de Apple también tiene un equipo de evaluación humano que analiza las interacciones de Siri en un esfuerzo por mejorarlas, y los dispositivos de Google Home también tienen una opción para que los revisores evalúen qué tan bien el producto responde sus preguntas. [Fuente]