Charlie Evans, de 28 años, nació como mujer pero se identificó como hombre durante casi 10 años antes de la detransición.

El número de jóvenes que buscan la transición de género está en su punto más alto, pero escuchamos muy poco, si acaso, sobre aquellos que pueden arrepentirse de su decisión. Actualmente no hay datos que reflejen el número de personas que pueden ser infelices en su nuevo género o que pueden optar por la detracción a su sexo biológico.

Charlie hizo una detransición y hizo pública su historia el año pasado, y dijo que estaba asombrada por la cantidad de personas que descubrió en una posición similar.

«Estoy en comunicación con jóvenes de 19 y 20 años que se han sometido a una cirugía de reasignación de género completa que desearían no haberlo hecho, y su disforia no se ha aliviado, no se sienten mejor por eso», dice ella.

«No saben cuáles son sus opciones ahora».

Charlie dice que ha sido contactada por «cientos» de personas que buscan ayuda, 30 personas solas en su área de Newcastle, Reino Unido.

«Creo que algunas de las características comunes son que tienden a estar alrededor de los 20 años, en su mayoría son mujeres y en su mayoría atraídas por el mismo sexo, y a menudo también son autistas».

Ella recuerda haber sido abordada por una joven con barba que la abrazó después de dar una charla pública, quien le explicó que ella también era una mujer detransicionada.

«Dijo que la comunidad LGBT la rechazó por ser una traidora. Así que sentí que tenía que hacer algo».

Charlie ahora está lanzando una organización benéfica llamada The Detransition Advocacy Network, con su primera reunión programada para celebrarse en Manchester a finales de mes.

La detransición de género tiene resultados positivos para muchas personas e incluso hablar de la transgresión es visto por algunos como transfóbico.

Pero algunos creen que se necesita más investigación y más discusión para tratar a las personas con disforia de género, así como más opciones para ellos que la transición de género. [Fuente]