El cambiar la manera en que una persona habla es cambiar la forma en la que piensa. La izquierda sabe muy bien de esto y es por eso que ha llevado a cabo este proyecto en San Francisco. Cabe destacar que San Francisco es conocida como la ciudad número 1 en EE.UU. que defiende y promueve la radical agenda LGBT, y a su vez es la ciudad con el índice más alto de depresión y suicidios del país.

Criminalidad San Francisco ha introducido nuevo lenguaje desinfectado para los criminales, deshacerse de palabras tales como “delincuente” y “adicto” al cambiar “convicto” a “persona involucrada con la justicia”.

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La Junta de Supervisores adoptó los cambios el mes pasado, incluso cuando la ciudad se tambalea con una de las tasas de criminalidad más altas del país y la desigualdad asombrosa ejemplificada por la omnipresencia generalizada de personas viviendo en las calles junto con la riqueza de Silicon Valley.

Los funcionarios locales dicen que el nuevo lenguaje ayudará a cambiar las opiniones de las personas sobre quienes cometen delitos.

Según el San Francisco Chronicle, a partir de ahora, un delincuente convicto o un delincuente liberado de la custodia se conocerá como una «persona anteriormente encarcelada», o una persona «involucrada con la justicia» o simplemente como un «residente que regresa».

Un «delincuente juvenil» ahora se denominará «joven con participación en el sistema judicial» o «joven afectado por el sistema de justicia juvenil».

Y los drogadictos o drogadictos, mientras tanto, se convertirán en «una persona con antecedentes de consumo de sustancias».

«No queremos que las personas sean etiquetadas para siempre por las peores cosas que han hecho», dijo el supervisor Matt Haney al periódico. «Queremos que, en última instancia, se conviertan en ciudadanos contribuyentes, y referirse a ellos como delincuentes es como una carta escarlata de la que nunca pueden escapar».

El lenguaje desinfectado, aunque es poco probable que haga mucho para abordar el problema del crimen, puede dar lugar a algunas descripciones complicadas de crímenes en el futuro.

El periódico señaló que un individuo cuyo automóvil ha sido forzado podría ser conocido por la policía como «una persona que ha entrado en contacto con un residente que regresó y que estuvo involucrado con el sistema de justicia y que actualmente está bajo supervisión con un historial de uso de sustancias».  [Fuente]