Las redes sociales se han vuelto la adicción de muchas personas, sobre todo de los Millennials.
Una adolescente decidió quitarse la vida por no creerse lo «suficientemente buena». Su hermana contó cómo Chloe buscaba constantemente consuelo en las redes sociales.
En declaraciones al Sun Online, Jade (hermana de la víctima) dijo: «Chloe era el tipo de persona que, si ponía una foto en Facebook, pedía a toda la familia que le gustara su foto o bien se sentaría conmigo y me preguntaría cuál pensaba yo que era la mejor foto, antes de que ella la publicara.»

«Pensó que no era lo suficientemente buena a menos que recibiera me gusta y comentarios. Si no obtenía suficientes me gusta, no se sentía aceptada».
«Las redes sociales no son el 100% la causa [de su muerte], pero fue una gran parte porque es demasiado fácil para las personas sentarse detrás de un teléfono o computadora y enviar mensajes desagradables sin consecuencias. Me senté con Chloe muchas noches cuando estaba llorando porque alguien había dicho algo horrible.»
Agregó: «Es una pena que la gente sienta que la única forma de ser feliz es sentirse aceptado en las redes sociales porque todo es falso.
«Cuando usas las redes sociales, todo lo que ves es la ‘vida perfecta’ y todo es una competencia para lucir de cierta manera todo el tiempo cuando en realidad es completamente diferente».
«Cuando Chloe comenzó a usar las redes sociales, de lo único que hablaba era de cuántos me gusta tenía. Estaba demasiado preocupada por lo que otras personas pensaban de ella».
Investigadores de UCLA han realizado una investigación basada en resonancias magnéticas sobre un grupo de voluntarios adolescentes, sin duda los más activos en redes sociales como Facebook e Instagram. Su reacción ante el número de ‘me gusta’ en una foto determinó que si el número era elevado, daba igual si venía de conocidos o desconocidos, la sensación era de absoluto placer y el cerebro se mostraba muy activo. El sentimiento al recibir ‘me gusta’ en Facebook es de aceptación, sea cual sea el contenido de la foto.
Por el contrario, si el número era reducido, el efecto podía ser negativo a nivel psicológico.
Varios estudios anteriores a este han comparado el efecto de las redes sociales con nuestro cerebro con el de algunas drogas actuales. [Fuente]