En China nada se escapa del ojo vigilante del gobierno comunista y con cada crisis que aflora, los controles sobre la población crecen a ritmos agigantados.
«El simple todo lo cree; Mas el avisado mira bien sus pasos.» Pr. 14:15.
El gigante ejército de censores de Pekín ha utilizado su control completo y sin trabas sobre Internet chino y sus compañías tecnológicas para controlar la narrativa local y externa que rodea la enfermedad, aunque con algunos resultados mixtos.
Ver: [CHINA] LOS TÉRMINOS RELIGIOSOS EN LÍNEA PUEDEN CONDUCIR A LA VIGILANCIA Y AL ARRESTO
En las etapas iniciales de la pandemia, los censores eliminaron cualquier mención de un brote. Más tarde, como el problema no podía ser ignorado, los censores comenzaron a eliminar todas las publicaciones o imágenes que criticaban al gobierno central por su tardía respuesta al reconocer y enfrentar la crisis.

Pero el papel más importante en el aparato de vigilancia del estado chino lo jugó su sistema de cámara de calle casi universal. Primero desplegado después de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, este sistema se ha expandido por todas las principales áreas metropolitanas del país e incluso se ha actualizado recientemente con capacidades de reconocimiento facial.
Ver: [CHINA] EL EXPERIMENTO TOTALITARIO ‘DIGITAL’
Las autoridades chinas han estado usando este sistema para atrapar, avergonzar y atraer a los ciudadanos que salen sin máscaras faciales e incluso lo usaron para identificar y poner en cuarentena a las personas que mostraban síntomas.
Pero el gobierno chino también ha estado invirtiendo en nuevos sistemas. Por ejemplo, el gobierno local ha introducido un nuevo esquema llamado Código de Salud, que, según The Guardian, se está implementando actualmente en más de 100 ciudades.
Los ciudadanos chinos pueden registrarse para obtener una cuenta del Código de Salud utilizando sus perfiles Alipay o WeChat. Una vez que tengan una cuenta de Código de Salud, se les asignará un código de color: rojo para infectados, amarillo para cuarentena y verde para saludable.
El sistema supuestamente funciona tomando el historial de la cuenta Alipay o WeChat de un usuario y mapeando su historial de viajes. Luego sopesa otros factores como el tiempo dedicado a los puntos críticos de brote y si el usuario tuvo contacto con otros ciudadanos considerados posibles portadores del virus, y luego asigna un código de color de salud. [Fuente]