Pakistán: el 2 de febrero de 2020, los musulmanes locales, liderados por Muhammad Akram y Muhammad Liaqat, abrieron fuego contra un grupo de cristianos porque estaban construyendo una pequeña iglesia en su propia tierra en el pueblo, que tiene casi 150 cristianos que necesitan un lugar para congregarse. Los musulmanes armados llegaron por primera vez e intentaron con fuerza tomar las tierras de propiedad cristiana, incluso demoliendo el muro alrededor.

Cuando Gulzar Masih [el dueño cristiano] se enteró de esto, él y sus hijos se apresuraron al complot para evitar que se derribara el muro, los atacantes musulmanes abrieron fuego y tres personas (cristianos) resultaron gravemente heridas. Azeem, hijo de Gulzar, recibió un disparo en la cabeza, Sajjad recibió un disparo en el brazo y Razaq fue atacado con un hacha. Los otros sospechosos dispararon sus armas al aire y escaparon de la escena.

Egipto: el 3 de febrero de 2020, un cristiano que viajaba a su iglesia en Alejandría fue emboscado y «casi asesinado». El hombre «bloqueó el auto del pastor y comenzó a atacarlo con piedras. Afortunadamente, solo el auto sufrió daños. La persona en libertad condicional, apodada Kareem Madi, tiene una historia de ataques contra cristianos, especialmente mujeres y niñas». Dos semanas antes, otros dos cristianos, una mujer a la que le cortaron la garganta y un hombre al que le cortaron la oreja, también fueron atacados aleatoriamente en dos incidentes separados por hombres musulmanes con reconocido odio hacia los cristianos.

Según el informe de Barnabas Fund «Estos incidentes son un recordatorio de que, si bien Egipto puede estar experimentando menos muertes de cristianos que años anteriores, la mentalidad que alienta a atacar a los cristianos todavía existe. Es una mentalidad alentada por el gobierno, por sus políticas que ven a los cristianos como ciudadanos de segunda clase y al Islam como la religión oficial del país».

Turquía: «Los cristianos están perdiendo todo lo que poseen sin una base legal real», dijo el pastor Slavomir Dadas en un informe del 6 de febrero sobre el deterioro de la situación de los cristianos en Turquía. «Están perdiendo todo por lo que los cristianos han trabajado en el transcurso de la historia». Aunque la discusión del pastor se centró en la región montañosa de Tur Abdin, un antiguo centro religioso y cultural para cristianos donde el acoso y la persecución se han convertido en la norma, su discurso tuvo relevancia para toda la nación:

«Los cristianos no se sienten bienvenidos en su propia patria y tienen que soportar el acoso frecuente… El mayor problema, particularmente en Tur Abdin, es que las personas ya no pueden imaginarse un futuro en la región. Se dice que había casi 50.000 cristianos viviendo allí hace unos 50 años. Cuando visité recientemente el área, hablaban de solo 2.500 cristianos … Parece que se los considera un problema porque el área en sí misma se considera una región cristiana. Esto no es aceptable en un país musulmán … Las aldeas fueron habitadas por 200 a 300 familias, la mayoría de ellas cristianas. Hoy, dos o tres familias cristianas viven en una aldea … Son guardianes de la herencia cultural y la fe allí.» [Fuente]