Joe Biden está determinado en acabar con todo lo el legado que dejó Donald Trump, y va en serio. Es sabido desde siempre que Biden es un abierto, acérrimo y voraz promotor de la agenda del movimiento LGBT, y en su forma más radical y frontal. Por supuesto que este tipo de agendas y acciones trae consecuencias sobre toda la población -condicionar a la amplia mayoría a aceptar a la fuerza una agenda promovida por pequeñas minorías-.

Ahora la bandera LGBT ondeará nada más ni nada menos que junto a la bandera de los EE.UU. Una clara muestra de hacia dónde piensa encaminar Biden sus próximos años de gestión.

El secretario de Estado Antony Blinken aprobó que las embajadas y consulados de Estados Unidos en todo el mundo ondeen la bandera del orgullo LGBT arcoíris en el mismo poste que la bandera estadounidense.

La directiva de Blinken revirtió la política de la administración Trump bajo el exsecretario de Estado Mike Pompeo, quien rechazó las solicitudes de las embajadas para enarbolar la bandera del arco iris y la bandera estadounidense juntas.

Blinken también autorizó a los diplomáticos a desplegar la bandera del arco iris antes del 17 de mayo, que es el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia. Junio ​​conmemora el mes del Orgullo en los Estados Unidos y muchos otros países.

En 2019, el entonces vicepresidente Mike Pence defendió la negativa de la administración Trump a permitir que una bandera relacionada con la sexualidad ondeara en el mismo poste que la bandera que representa a la nación.

«Como dijo el presidente la noche en que fuimos elegidos, estamos orgullosos de poder servir a todos los estadounidenses. Ambos sentimos eso con mucha pasión, pero cuando se trata del asta de la bandera estadounidense, las embajadas estadounidenses y las capitales de todo el mundo, ondea una bandera estadounidense», dijo a NBC News.

Franklin Graham había comentado previamente sobre la controversia de la bandera diciendo que «la bandera del orgullo gay es ofensiva para los cristianos y millones de personas de otras religiones, no solo en este país sino en todo el mundo. La bandera de los Estados Unidos representa a nuestra nación – a todos -» independientemente de la raza, religión u orientación sexual».

Si bien muchos afirman que enarbolar una bandera de este tipo muestra la inclusión, en realidad está promoviendo la exclusividad. Promoción y orgullo de un estilo de vida y comportamiento sexual en particular sobre otro, uno que muchos cristianos estadounidenses encuentran ofensivo. Eso no es inclusivo, es divisivo.

¿El asta de la bandera se convierte ahora en un símbolo político para cada grupo con una causa particular? ¿Cómo permite un símbolo en particular pero no otro? ¿Sigue una bandera BLM? ¿Qué tal una bandera vegetariana?

Uno solo puede imaginar el alboroto si se permitiera ondear una bandera cristiana con la bandera estadounidense a pesar de que la mayoría de la nación todavía afirma ser cristiana. [Fuente]