«Pero no mucho después dio contra la nave un viento huracanado llamado Euroclidón». Hechos 27:14.
El barco en el que Pablo navegaba hacia Roma fue destruido por una tormenta llamada Euroclidón, que significa tifón, tempestad o ciclón. Aquí hay algunas lecciones valiosas que podemos aprender de su experiencia.
(1) Dios puede hacer que una mala situación funcione para tu bien. Debido a este naufragio, Pablo terminó en Malta, donde la gente escuchó el Evangelio por primera vez. Además, cuando él y sus seguidores los locales les ayudaron «y cuando zarpamos, nos cargaron de las cosas necesarias». ( Hechos 28:10) A veces, su problema puede proporcionar una plataforma para que Dios trabaje de maneras que lo sorprenderán. Tu futuro no está, ni estará nunca, en manos de las personas. Está en las manos de Dios, y lo que Él posee, lo protege y provee.
(2) Para llegar a su destino ordenado por Dios, tendrá que navegar a través de tormentas. Pablo dijo: «Y no apareciendo ni sol ni estrellas por muchos días, y acosados por una tempestad no pequeña, ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos.» ( Hechos 27:20) Habrá días en los que te preguntarás cómo vas a lograrlo, pero por la gracia de Dios lo harás (ver Salmo 37:34 ).
(3) Las tormentas revelan qué tan bien conoces al Señor. Pablo dijo: ‘Anoche, un ángel del Dios a quien pertenezco y a quien sirvo se paró a mi lado y dijo: «No temas, Pablo»‘ ( Hechos 27: 23-24). En tiempos difíciles, descubres el fuerza de tu conexión con Dios.
(4) Puedes lograr el éxito de lo que parece un fracaso. Observa dos cosas particulares en esta historia: (a) Puede que tengas que tirar algunas cosas por la borda para llegar a tu destino (véase el vers. 18). (b) A pesar de sus mejores esfuerzos, ocasionalmente encallarás (véase el vers. 26). Ahí es cuando debes recordar lo que Dios te prometió y mantenerte firme (véase el vers. 25).
Jueces 19: 16–21: 25 , Lucas 15: 1–10 , Sal 119: 97–104 , Pr 18: 6–8.
Extracto de The Word for Today