En el momento en que el dinero en efectivo se acabe, no daremos ni un solo paso sin que el Gran Hermano se entere. Van a saber todo sobre nosotros, lo que compramos, en donde y a que hora.
Sin el dinero en efectivo, absolutamente TODO, pasa por el control del sistema bancario.
Ahora, para poder abrir una cuenta en el banco el individuo va a tener que aceptar, sin más, cualquier condición impuesta, y si se rehúsa la cuenta le será denegada. Recordemos que sin una cuenta bancaria una persona no podrá hacer absolutamente nada, porque el dinero en efectivo no existirá más.
Una cuenta bancaria bloqueada significará que una persona estará totalmente fuera del sistema.
No estamos muy lejos de esto, en cualquier momento se podría llevar a cabo y la gente nada podrá hacer (¿quizás alguien osará a quejarse por Facebook? como si eso ayudara). En el momento en que el dinero en efectivo desaparezca y sea reemplazado por dinero 100% digital, la única manera de pago será por medio de un chip RFID (algo así como una supertarjeta de identificación centralizada).
¿Qué hay en este momento en tu billetera? De seguro: algo de dinero, tarjeta de identidad, tarjeta para el uso del transporte público, tarjeta de crédito o débito, licencia de conducir, tarjeta de salud y quizás alguna tarjeta de puntos para el supermercado. Todo esto (y más) será obsoleto cuando todo se centralice en un microchip.
¿Todavía pensás que podrás evadir el sistema? Bueno, quien no se implante el microchip RFID (que ya está siendo ampliamente promocionado) no podrá llevar una vida normal, será una persona «peligrosa para la sociedad», una «amenaza» y por lo tanto, será eliminada.
Amigos, no es ficción. Esto puede ser implementado en cualquier momento porque todo el escenario está listo.
«Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.» Ap. 20:4.
Puede que esto genere risas en muchas personas, nos llamarán fanáticos, ignorantes, dirán que nos han lavado el cerebro, que somos retrógradas.
Bueno, si realmente una persona sensata se sienta a pensar por un momento hacia dónde se dirige todo, creo que el ignorante estará sentado del otro lado de la mesa.
¡¿Realmente crees que las bancas internacionales, el FMI, las Naciones Unidas y las grande multinacionales se interesan en “hacerte la vida más fácil?! “Quieren que paguemos con el celular o con tarjeta porque nos ahorramos tocar monedas sucias” ¿En serio? ¿De verdad lo crees?. “Las Naciones Unidas están promoviendo el reemplazo del dinero en efectivo, para que cuando vaya a una tienda, pague con un chip, ellos quieren que no demore 5 segundos para sacar un billete de mi bolsillo. ¡Pero qué generosos! Qué buena gente, mirá como se preocupan por mis 5 segundos perdidos”.
Todavía hay tiempo de escapar la ira venidera. Querido amigo, si esto te causa gracia, probablemente a quien le han lavado el cerebro, no es a quien está escribiendo esto, y si no lo crees, te invito a que investigues por tu propia cuenta.