Hace millones de años en un remoto bosque, que no conocemos a ciencia cierta dónde, los gases condensados debajo de la superficie terrestre generaron una explosión de enormes proporciones, haciendo estallar los árboles sobre la superficie. Esta explosión generó, gracias al paso de millones de años y a la transformación de sus componentes una pasta, la cual tras un proceso conocido como evolución, produjo una lámina gruesa y rugosa. La evolución en dicha lamina siguió su curso natural, la naturaleza se encargó de hacer que esas asperezas desaparezcan, logrando lo que hoy conocemos como ‘papel’. Asombrosamente la historia no termina ahí, sino que tras cientos de millones de años una suerte de manchas o dibujos comenzaron a aparecer en dicho papel, aunque no sabemos lo que estas manchas representaban ya que hay información que sigue sin ser descubierta, es lo que conocemos como el eslabón perdido en la papelería, aunque ciertos hallazgos recientes arrojan cierta luz sobre esto, estas manchas tras millones y millones de años de proceso evolutivo es lo que conocemos hoy como ‘escritura’.
Lo fascinante de esto es que esa escritura comenzó a conjugar palabras por sí sola, sin ayuda de nadie, dando como resultado un texto, al principio la redacción era burda y sin sentido, pero tras millones de años y gracias a la sobrevivencia de las palabra más relevantes y mejor conjugadas en dicho texto los verbos, adjetivos, conectores, símbolos de puntuación y demás, fueron acomodándose y eliminando lo innecesario dando como resultado un texto completo y muy extenso, lleno de contenido y que no se podría haber redactado por ningún ser inteligente, eso esta fuera de discusión y quienes sostengan tal idea no son más que fanáticos ignorantes, quizás seguidores de alguna agrupación de lectores o estudiantes de letras, los cuales frecuentan bibliotecas que les lavan el cerebro.
Pasado el tiempo esos papeles comenzaron a agruparse en perfecto orden, millones de años después ciertas hojas fueron evolucionado y volviéndose mas rígidas, las cuales protegieron a las hojas mas débiles, es lo que conocemos como ‘tapa’ o cubierta, esos agrupamientos de hojas junto con sus cubiertas fueron migrando a diferentes partes del mundo, quizás el viento las arrastró o fueron flotando de un lado a otro en tablas de madera; adaptando el tipo de encuadernación de acuerdo a cada área donde arribaron, generando así una diversidad de libros que sigue asombrando hoy en día.
Creemos que en el futuro estos libros seguirán su curso natural, y quién sabe, quizás hasta hayan libros adaptados para ser leídos en nuevas tecnologías que irán apareciendo. [.]
Supongo que el texto de arriba puede sonar absurdo, cómico o quizás alguien se pueda sentir ofendido (no es esta la intención), lo que este texto apunta es ser simplemente una suerte de ‘ilustración’ de la Teoría de la Evolución de Darwin.
Así como suponer que un libro apareció de la nada, sin la necesidad de nadie, de ningún ser humano que lo elabore desde sus comienzos, fabricara el papel, redactara su contenido, para luego editarlo, imprimirlo, encuadernarlo y finalmente publicarlo sería absurdo y descabellado, lo mismo se aplica a quienes creemos que esta maravillosa creación, ya sea el planeta tierra y el fascinante cuerpo humano no fueron el resultado del azar y millones de años de evolución, sino que somos obra de un Creador y que la Biblia es nuestro manual de vida. En la misma leemos:
«En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Y la tierra estaba sin orden y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie del abismo, » [Gen. 1:1-2] Seguir leyendo Una breve historia de ‘evolución’ →