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Nacer de nuevo

A lo largo de la historia, grandes avivamientos de fe han transformado repentinamente a los países. El clérigo anglicano George Whitefield fue parte tanto del cambio en Inglaterra como del gran despertar en Estados Unidos.

En una carta al famoso inventor y político Benjamín Franklin, a quien le encantaba venir a escuchar hablar a Whitefield, dijo: «A medida que descubro que te estás haciendo cada vez más famoso en el mundo culto, recomendaría que estudies diligente y sin prejuicios el misterio del nuevo nacimiento. Es un estudio de lo más importante y, cuando lo domine, responderá ricamente a todos tus dolores. Te pido, amigo mío, que recuerdes que Aquel a cuyo trono nos presentaremos ambos en este momento, ha declarado solemnemente que sin él no veremos de ninguna manera Su Reino «.

Esa fue una muy sabia recomendación para Franklin. Jesús dijo: «Debes nacer de nuevo», y nunca ha habido una persona que buscara seriamente el nuevo nacimiento y no lo encontrara. Incluso nuestra búsqueda es creada por el Espíritu de Dios (ver Juan 6:44).

¿Estás cansado de sentirte vacío y sin propósito en la vida? ¿Estás cansado de tus propias excusas sobre tu comportamiento? ¿Estás dispuesto a confiar en alguien más que en ti mismo? Mira hoy a la cruz de Cristo. Pon tu confianza en Él y pídele que nazcas nuevamente hoy. Puedes nacer una vez y morir dos veces, pero si naces dos, solo morirás una vez. Jesús dijo: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; y el que no cree en el Hijo, no verá la vida.»Juan 3:36.

Extracto de The Word for Today

Cristo venció al mundo

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. Juan 16:33.

Todos necesitamos a un Salvador

Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.

Romanos 3:20-25.

El aguijón

«Pero temo que … vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo» 2 Corintios 11:3.

¿Has oído hablar de la hormiga de terciopelo? Tiene una capa de pelos diminutos que se sienten suaves y aterciopelados. Pero todo es un disfraz. No es una hormiga en absoluto, sino una avispa sin alas con una picadura desagradable. Después de inyectar veneno a sus víctimas, pone huevos en sus cuerpos incapacitados.

Una de las mayores preocupaciones del apóstol Pablo era que, después de ser salvas por gracia, las iglesias volverían a vivir bajo la ley del Antiguo Testamento.

Pablo les advirtió constantemente acerca de basar su salvación y su relación con Dios en su propio desempeño. «Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis.» 2 Corintios 11:3-4.

¡Otro Jesús! ¡Otro espíritu! ¡Otro evangelio! Una vez más, Pablo advierte: «Satanás se disfraza de ángel de luz» (2 Corintios 11:14).

Sí, estimado lector, su trabajo para Dios en la tierra determina sus recompensas en el cielo. Pero solo confiando en la obra terminada de Cristo llegarás al cielo. Nadie en el cielo dirá: «¡Mira lo que hicimos Jesús y yo!»

El legalismo no solo te infectará, sino que te incapacitará. El ministro escocés Horatius Bonar escribió: “Por una vida que no viví, por una muerte no morí; la vida de otro, la muerte de otro, me juego toda la eternidad «. ¿Cómo te proteges contra «el aguijón» del legalismo? Depender únicamente de la gracia de Dios.

[Devocional] El Dios vivo

Palabra fiel es esta, y digna de ser recibida por todos. Que por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen. 1 Tim. 4 : 9-10

En el texto citado, Dios es llamado el Salvador. Esta palabra puede traducirse también por “el conservador” de todos los hombres, pues no dejará de guardar la vida a través de todos los peligros. Él “quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad”. Este gran Dios Salvador envió a la tierra a su propio Hijo, Jesucristo hombre, quien “se dio a sí mismo en rescate por todos” (1 Timoteo 2 : 4-6). Todo hombre puede, pues, ir a Dios, confesarle sus pecados y creer que el rescate también fue pagado por él, por sus pecados. ¿Quién querría rechazar esta oferta ?

Pero Dios no solo es un Dios Salvador que nos protege del juicio venidero. También es el preservador de todos los hombres. “Sustenta todas las cosas con la palabra de su poder” (Hebreos 1 : 3). Es el Dios vivo, el creador de todas las cosas : “No se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones” (Hechos 14 : 17).

Todo creyente puede tener la seguridad de que Dios también sostiene su vida ; puede decir : Dios me ama y cuida de mí en cada momento. Conoce el curso de mi vida mucho mejor que yo ; él lo prepara y provee para todas mis necesidades.

¿Qué se debe comprender mediante la expresión “esperamos en el Dios viviente” ? Esto significa que nos apoyamos confiados en un Dios que vive eternamente, que es todopoderoso y puede cumplir lo que prometió en la Biblia.

Jueces 7 – Apocalipsis 8 – Salmo 142 – Proverbios 29 : 26-27

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza) ediciones-biblicas.ch - labuena@semilla.ch

SALMOS 18

Te amo, oh Jehová, fortaleza mía.

Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador;
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.

Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado,
Y seré salvo de mis enemigos.

Me rodearon ligaduras de muerte,
Y torrentes de perversidad me atemorizaron.

Ligaduras del Seol me rodearon,
Me tendieron lazos de muerte.

En mi angustia invoqué a Jehová,
Y clamé a mi Dios.
El oyó mi voz desde su templo,
Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.

La tierra fue conmovida y tembló;
Se conmovieron los cimientos de los montes,
Y se estremecieron, porque se indignó él.

Humo subió de su nariz,
Y de su boca fuego consumidor;
Carbones fueron por él encendidos.

Inclinó los cielos, y descendió;
Y había densas tinieblas debajo de sus pies.

10 Cabalgó sobre un querubín, y voló;
Voló sobre las alas del viento.

11 Puso tinieblas por su escondedero, por cortina suya alrededor de sí;
Oscuridad de aguas, nubes de los cielos.

12 Por el resplandor de su presencia, sus nubes pasaron;
Granizo y carbones ardientes.

13 Tronó en los cielos Jehová,
Y el Altísimo dio su voz;
Granizo y carbones de fuego.

14 Envió sus saetas, y los dispersó;
Lanzó relámpagos, y los destruyó.

15 Entonces aparecieron los abismos de las aguas,
Y quedaron al descubierto los cimientos del mundo,
A tu reprensión, oh Jehová,
Por el soplo del aliento de tu nariz.

16 Envió desde lo alto; me tomó,
Me sacó de las muchas aguas.

17 Me libró de mi poderoso enemigo,
Y de los que me aborrecían; pues eran más fuertes que yo.

18 Me asaltaron en el día de mi quebranto,
Mas Jehová fue mi apoyo.

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[Video] MIRAR ANTES DE LA TRIBULACIÓN- David Wilkerson

Subtítulos en español disponibles en las opciones del video.

«Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.» Fil. 2:11-12.

La Eternidad #1 -Profecías Bíblicas-

Dios nos ama

«De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.» Juan 3:16

«Dios… nos ha hablado por el Hijo» Hebreos 1:2

¿Sabe usted que Dios lo ama? Quizás usted no le haya pedido nada, pero él lo ama a pesar de todo. Tal vez usted no se siente digno de ser amado, sin embargo él lo ama. No debido a su buena conducta o a sus esfuerzos por hacer el bien. No, sino porque él es su Creador y ama a sus criaturas; ¡él lo demostró!

Dios envió a la tierra a su propio Hijo, Jesucristo, quien se hizo hombre para hablarnos en un lenguaje que podamos comprender. El Señor Jesús ya no está en la tierra, pero todavía podemos escuchar su voz y conocer su vida leyendo los evangelios. ¿Lo ha hecho usted? ¿Se ha tomado el tiempo de leer la Biblia para descubrir, ver y escuchar a Dios?

El primer mensaje de Dios para nosotros no es agradable. Nos dice que le hemos desobedecido, y que debido a esto merecemos ser castigados. Pero Jesús, el enviado de Dios, se ofreció para ser castigado en nuestro lugar, en lugar de todos los que lo aceptan creyendo en él. Así él, el justo, se dejó crucificar y soportó el castigo que merecían nuestros pecados, a fin de que los que creen en él no sean condenados. Él les ofrece, pues, una absolución definitiva, y una nueva vida en relación con Dios. ¿No es la más grande prueba de que Dios nos ama?

Hoy Dios le pide que se arrepienta y crea en Jesucristo. Él no lo fuerza, pero le muestra su amor y le suplica encarecidamente que crea. Dios no quiere que usted se pierda, sino que tenga la vida eterna, la verdadera vida.

Rut 1 – Mateo 1 – Salmo 1 – Proverbios 1:1-6

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El Reino Milenial: (a) El concepto del reino de Dios

En las Escrituras, la expresión «reino de Dios» en general se refiere a la esfera del gobierno de Dios en el universo. Puesto que Dios ha sido siempre soberano y omnipotente, hay un sentido en que el reino de Dios es eterno. Nabucodonosor, rey de Babilonia que fuera humillado por Dios, dio testimonio de esto cuando dijo: “Bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades. Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y el hace según su voluntad en el ejercito del cielo, y en los habitantes de la tierra y no hay quien detenga su mano y le diga: ¿Qué haces?” (Dn. 4:34-35).

Sin embargo, el gobierno universal de Dios fue desafiado en la eternidad pasada por Satanás y los seres angélicos que se unieron a él en su rebelión contra Dios. Aunque Dios demostró su soberanía juzgando a los rebeldes, la entrada del pecado en el mundo introdujo el programa divino para demostrar la soberanía de Dios en la historia humana. Esto comprende el concepto de un reino teocrático, esto es, un reino en que Dios es el gobernador supremo, aun cuando obra por medio de las criaturas.

Cuando Adán fue creado, se le dio dominio sobre toda la tierra (Gn. 1:26, 28). Sin embargo, en desobediencia a Dios, Adán y Eva comieron del fruto prohibido. En su caída en pecado Adán perdió el derecho de gobierno, y de allí en adelante la soberanía de Dios que había sido entregada al hombre fue delegada en ciertas personas escogidas a quienes Dios entregó el gobierno. Consecuentemente, se ha permitido que algunos hombres reinen a través de la historia. Por ejemplo, Daniel le recordó esto a Belsasar al referirse al hecho de que Dios había castigado a Nabucodonosor «hasta que reconoció que el Altísimo Dios tiene dominio sobre el reino de los hombres, y que pone sobre el al que le places (Dn. 5:21).

En el Antiguo Testamento, una demostración importante del gobierno teocrático fue el reino de Israel bajo los reyes Saúl, David y Salomón. Los gobernadores gentiles también pudieron tener una esfera de gobierno político, en el propósito soberano de Dios. Este concepto general de gobierno bajo permisión y dirección divina es mencionado en Romanos 13:1, donde Pablo escribe: “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.” Seguir leyendo El Reino Milenial: (a) El concepto del reino de Dios

Cuando Cristo vuelva por segunda vez montando su caballo blanco («Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea.» Ap. 19:11) vendrá como un Hombre de guerra, ya nadie lo abofeteará, nadie le escupirá su rostro, nadie lo clavará en una cruz, nadie lo azotará en la espalda con un látigo de 9 puntas.

Él vuelve como el Rey de Reyes y viene a tomar lo que es suyo.

Honestamente, no quiero estar en el otro bando cuando el Hijo de Dios vuelva.

Estimado amigo ¿es Cristo el Señor y Salvador de su vida?. Cristo viene pronto a buscar a los suyos, viene a arrebatarnos en las nubles «como ladrón en la noche», y lo que seguirá en la tierra será terrible.

«El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.»

Comentario de la pregunta de los discípulos de Jesús: “¿Cuándo serán estas cosas?”, “¿Qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?”

El capítulo 24 de San Mateo, junto con Lc. 21:20-24, contesta la doble pregunta. El orden es el siguiente:¿Cuándo serán estas cosas?” —e.d. la destrucción del Templo y de la ciudad. La respuesta está en Lc. 21:20,24:

«Pero cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado. Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos, no entren en ella.

Porque estos son días de retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas. Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! porque habrá gran calamidad en la tierra, e ira sobre este pueblo.

Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan.»

El resto de Mt 24:3 en realidad es una sola pregunta: “¿Qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?” La respuesta está en los vv. 4-33.

Los vv. 4-14 tienen una interpretación doble:  Muestran (1) las características de la época —guerras, conflictos a nivel internacional, hambres, pestilencias, persecuciones y falsos Cristos (comp. Dn. 9:26: «Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.»). Esta no es la descripción de un mundo convertido. Pero (2) la misma respuesta se aplica de manera específica al final de la era, e.d. la semana setenta de Daniel (Dn. 9:24: «Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.»).

Todo lo que ha caracterizado a esta era se intensifica notablemente al final. Seguir leyendo Comentario de la pregunta de los discípulos de Jesús: “¿Cuándo serán estas cosas?”, “¿Qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?”

¿Quién nos apartará del amor de Cristo?

«¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?» Ro. 8:35.

Había esperado ansiosamente el día cuando el Hombre de Galilea llegara a su pueblo. Había demorado una importante decisión hasta cuando por sus propios ojos viera a Jesús. Pero ya lo había visto. Jesús había pasado. Nada ocurrió.

Ya Jesús estaba casi fuera del alcance de la vista. ¿Era demasiado tarde? Apretándose la túnica contra el cuerpo, corrió. Alcanzó al grupo y se arrodillo a los pies del Maestro. Desesperado y antes de arrepentirse de su acción, el joven príncipe pregunto: “Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?” Jesús le insinuó la observancia de la ley. El rico dijo que la había guardado: “Pero, ¿qué me falta todavía?”

Jesús, mirándolo, lo amo y le dijo: “Una cosa te falta, anda, vende todo lo que posees, dalo a los pobres y tendrás tesoro en los cielos; y ven, toma tu cruz y sígueme.”

Y él se fue triste por este dicho, porque tenía muchas posesiones.

Jesús también sintió pesar en su corazón. El joven rico lo tenía todo, menos fortaleza de carácter.

¡Oh Dios! danos fuerzas para librarnos de cualquier tentación que nos aparte de ti! Seguir leyendo ¿Quién nos apartará del amor de Cristo?

¡Ven a Jesús hoy! Mañana puede ser tarde.

«Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.

Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.

Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?

Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.» Mateo 16:24-27.

Salvacion en Cristo

Nos acercamos al fin del 2019 y junto con él una década que se termina. Desde Fin del Siglo les deseamos un muy feliz fin de año y deseando también que en Navidad hayamos recordado el nacimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo viniendo a este mundo a vivir y morir por los pecados de toda la humanidad, para así abrirnos el camino al Padre.

Que en el 2020 vivamos cada día con nuestros cimientos en el creador y dador de vida. ¡Feliz Año Nuevo!.
Parabola de los dos cimientos

FOLLETO EVANGELÍSTICO SOBRE LA IDOLATRÍA, GRATIS PARA DESCARGAR

El siguiente folleto ha sido creado para comunicar de una manera simple y con base bíblica lo que la Biblia -la Palabra de Dios- tiene que decir sobre la idolatría.

La idolatría va en contra de lo que Dios dice ya que en Su Palabra leemos claramente que Dios no permite la adoración de nada ni nadie mas que Él. Al ir en contra de lo que Dios quiere estamos pecando y el castigo merecido por el pecado es el castigo eterno.

La buena noticia es que hay una salida, la salvación que Dios ofrece para el hombre es gratis y totalmente segura por medio de la sangre que Su Hijo Jesucristo derramó en la cruz por toda la humanidad.

Formato: PDF
Tamaño A5 abierto (A6 plegado)
4 tintas Frente y Dorso

DESCARGAR AQUÍ: Folleto-evangelistico-gratis-sobre-la-idolatria

Por cualquier duda enviar un mail a: blogfindelsiglo@gmail.com

Folleto-evangelistico-gratis-sobre-la-idolatria--1-

Folleto-evangelistico-gratis-sobre-la-idolatria--2-

Folleto-evangelistico-gratis-sobre-la-idolatria--3-

Folleto-evangelistico-gratis-sobre-la-idolatria--4-

[Devocional] ¿Perdido?

«Volveos ahora de vuestros malos caminos y de vuestras malas obras.» Zacarías 1:4

«Muéstrame, oh Señor, tus caminos; enséñame tus sendas.» Salmo 25:4

«Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos.» Salmo 32:8

«Usted no se puede perder; siga la vía principal que sube hasta el pueblo». Pero en realidad la famosa vía se alejaba de la dirección deseada. Después de algunos kilómetros de recorrido tuve la convicción de haberme extraviado. Entonces encontré a alguien que pudo indicarme el camino correcto… «Usted no está en el buen camino, pero puede llegar a su destino volteando a la derecha en la próxima finca».

Mi vida tampoco está en línea recta. Contiene errores de orientación. Pero, ¿estoy en la dirección correcta para llegar al buen lugar? ¿Cuál es mi objetivo? ¿Cómo orientarme? ¿Seguiré los consejos de filósofos, de maestros humanos?

Jesús me encontró en el camino, porque me buscaba. Él no estaba allí por casualidad, sino porque me esperaba. No me dijo: «Todos los caminos conducen al cielo, ni: pruébelos, un día encontrarás el buen camino…». ¡No! Él me dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6). “Sígueme tú” (Juan 21:22). Él me invita a seguirle, porque él es el camino. No me obliga, soy yo quien debe elegir. Si me niego a escucharlo, él es paciente… y renueva su invitación. ¡Si persisto en mi error, corro el riesgo de estar definitivamente perdido!

Yo lo escuché y comprendí que solo él, quien conoce toda mi vida, puede conducirme con seguridad y darme la vida eterna. “Este es el verdadero Dios, y la vida eterna” (1 Juan 5:20).

Ester 1 – Juan 13:1-20 – Salmo 119:65-72 – Proverbios 26:11-12

[Audio] «Yo no puedo creer que la salvación sea tan fácil»

Parte de la serie: Esto es recibir a Cristo,  del pastor José Holowaty.
«Yo no lo puedo creer».

 

«Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.» Jud 24, 25.