En el colmo de la persecución más devastadora, la salvación vino de una dirección asombrosa, en la forma de un nuevo emperador Constantino. Este era un comandante militar genial que tomó control del imperio en el oeste, mientras su aliado, Licinio, conquistó el este. Juntos firmaron el Edicto de Milán en 313, restaurando a los cristianos plenos derechos como ciudadanos, la libertad de la persecución que por fin había llegado parecía un regalo de Dios.

Lamentablemente, preparó el escenario para una apostasía que envolvería al cristianismo por más de un milenio.
La esposa de Cristo se había casado con el paganismo. ¡No es extraño que el apóstol Juan quedara consternado! el único cristianismo que Juan conoció era la «manada pequeña» (Lucas 12:32) de aquellos que, odiados por el mundo estaban siguiendo la senda del rechazo y el sufrimiento de Cristo. El Señor había prometido: «Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece… Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán…» (Juan 15:19,20). Y así sucedió.
Que esta pequeña «manada» despreciada, perseguida por el mundo debido a su santidad y fidelidad a Cristo, pudiera alguna vez metamorfosearse en una institución malvada, y sentarse en el asiento mismo del poder mundano y gobernar sobre los reyes y reinos de la tierra le parecía imposible a Juan, pero allí estaba ella en esa visión del futuro.
Con el consentimiento y participación de los obispos que al principio fue renuente pero cada vez más entusiasta, la iglesia entró en una apostasía que condujo al catolicismo romano y que ha durado hasta la actualidad. En realidad, ahora está adquiriendo impulso para el juicio final de Dios sobre la gran ramera. Will Durrant, historiador puramente secular sin ningún interés creado comenta sobre el casamiento del cristianismo con el paganismo que resultó de la pretendida «conversión» de Constantino y de su asunción al liderazgo de la iglesia:
EI paganismo sobrevivió… en la forma de ritos antiguos y costumbres toleradas, o aceptadas y transformadas, por una iglesia a menudo indulgente. Un culto íntimo y confiado de santos reemplazó al culto de dioses paganos…
A las estatuas de Isis y Horus se les dio un nuevo nombre de María y Jesús;
la lupercalia romana y la fiesta de la purificación de lsis se volvieron la Fiesta de la Natividad;

las saturnales fueron reemplazadas por la celebración de la Navidad…

un antiguo festival de los muertos por el Día de todos los santos, re-dedicado a los héroes cristianos;

el incienso, las luces, las flores, las procesiones, las vestiduras, los himnos que habían agradado al pueblo en cultos más antiguos fueron domesticados y limpiados en el ritual de la iglesia…

pronto la gente y los sacerdotes usarían el signo de la cruz como un encantamiento para expulsar o echar fuera demonios…

[El paganismo] pasó como sangre materna hacia la nueva religión, la Roma cautiva capturó a su conquistador… el mundo se convirtió al ‘cristianismo’…
Extraído del libro: Una mujer cabalga la bestia. Dave Hunt.
NO CREO QUE TODOS LOS CRISTIANOS DE LA ÉPOCA SUCUMBIERON A ESE ENGAÑO DE LAS TINIEBLAS, Y SI ASÍ FUE, ENTONCES LA VERDADERA IGLESIA CONTINUÓ EXISTIENDO, REPRESENTADA POR UNA MANADA PEQUEÑA DE VERDADEROS CREYENTES NACIDOS DE NUEVO. PENSAR QUE TODA LA IGLESIA SE PAGANIZÓ POR COMPLETO, ES SENCILLAMENTE ANTIBÍBLICO.
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Así es Ricardo, seguramente muchos cristianos se habían percatado del engaño y no se unieron a la Iglesia-Estado y hasta seguramente sufrieron persecución de los propios ‘cristianos’ que sí lo hiecieron. Al igual que hoy en día a la manada pequeña se la cataloga de intolerante y faltos de amor por seguir la Palabra de Dios, seguramente pasó ahí también.
¡Saludos!
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Investiga y te sorprenderás
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Felicitaciones!
Es tiempo de poner fin a la ramera
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