Hace casi un año (Marzo 2020), y aprovechando la distracción generada por el Covid-19, Nueva Zelanda aprobó la ley de aborto más sangrienta del planeta. No es un dato menor ya que la Primer Ministro de NZ es generalmente mostrada en muchos lados como un ejemplo a seguir, aunque no sea más que un lobo vestido de oveja y sus manos están empapadas de la sangre de bebés inocentes.
“Maldito el que recibiere soborno para quitar la vida al inocente. Y dirá todo el pueblo: Amén.” Dt. 25:27.
El sitio web https://righttolife.org.uk ha publicado:
La nueva ley significará que Nueva Zelanda tiene la ley de aborto más extrema del mundo, esto incluirá :
- El aborto ahora estará disponible de facto a pedido, por cualquier motivo, hasta el nacimiento
- Se legalizará el aborto selectivo por sexo
- Se eliminará el límite actual de 20 semanas para el aborto selectivo por discapacidad y el aborto estará disponible hasta el nacimiento para discapacidades que incluyen labio leporino, pie zambo y síndrome de Down
- No habrá ningún requisito para que un médico deba participar en la realización de un aborto.
- No habrá ningún requisito legal de que los bebés nacidos vivos después de un aborto ‘fallido’ reciban apoyo médico.
- No habrá ningún requisito legal de que se administre analgésico a los bebés que sean abortados entre las 20 semanas y el nacimiento.
- No habrá restricciones legales sobre métodos controvertidos de aborto, como la dilatación intacta y los abortos por extracción (también conocidos como abortos de nacimiento parcial).
Las encuestas muestran que el público en Nueva Zelanda y en particular las mujeres se oponen firmemente a la nueva ley, con solo el 2% de las mujeres que apoyan el aborto disponible a pedido hasta el nacimiento, el 93% de las mujeres que se oponen al aborto selectivo por sexo y el 94% de las mujeres apoyan los estándares legales vigentes para los proveedores y las instalaciones del aborto.
Dado el extremadamente bajo apoyo público al cambio y que la brecha entre los parlamentarios que se oponían y apoyaban se estaba cerrando rápidamente, el gobierno de Jacinda Ardern aceleró las etapas finales del avance del proyecto de ley en el Parlamento mientras los parlamentarios, los medios de comunicación y el país estaban distraídos con el tratamiento de la pandemia del coronavirus. Esto incluyó el avance de la sesión final de la etapa de comité y la tercera y última lectura del proyecto de ley en el Parlamento el mismo día.
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