“Si Europa no recupera el control, pronto podrían aparecer miniestados islamizados”. La predicción proviene del politólogo ruso Sergei Markov. En una entrevista publicada por Lenta.ru, Markov señala que las instituciones europeas se están adaptando a la forma de vida, los valores y las tradiciones islámicas (las recientes campañas del Consejo de Europa a favor del velo musulmán son un ejemplo), y añade:
“Empezarán a aparecer enclaves, miniestados y barrios islámicos totalmente islamizados en las grandes ciudades europeas. Sí, siempre serán una minoría. Pero están más unidos y amenazan con la violencia. Y el Estado tendrá que obedecer sus instrucciones”.
Europa debería prestar atención a lo que dice Markov. Ni siquiera es una advertencia. Ya está aquí. En 2021, 35.000 inmigrantes desembarcaron en la isla italiana de Lampedusa, cinco veces el número de habitantes de la isla (6.500), según InfoMigrants. Imagínese si el mismo proceso demográfico tuviera lugar en una ciudad y luego en más ciudades.

El panorama más completo de las llamadas «zonas prohibidas» de Europa fue elaborado por el Instituto de Investigación de Migración de Budapest, vinculado al prestigioso Mattias Corvinus College, que informó que en Europa existen más de 900 áreas de este tipo.
Muchos de los inmigrantes ya viven de la generosidad del bienestar europeo, incluso cuando la policía, los trabajadores sociales y las ambulancias no ingresan a estas áreas o deben ser protegidos cuando lo hacen. Las pandillas y el crimen organizado dominan las calles, las altas tasas de natalidad garantizan la expansión demográfica y los habitantes respetan de facto la sharia islámica; los carniceros son sólo halal, desaparecen los peluqueros «mixtos», proliferan las librerías islámicas, los judíos se marchan, las iglesias se convierten a menudo en mezquitas y se presiona a las mujeres para que cumplan la sharia.

«Nosotros en Occidente estamos acostumbrados a ver mujeres en todas partes a nuestro alrededor», escribe Ayaan Hirsi Ali en su nuevo libro, Prey, antes de describir que en ciertas partes de Bruselas, Londres, París y Estocolmo, «de repente te das cuenta de que solo los hombres son visibles», mientras las mujeres se «borran a sí mismas» de los espacios públicos.
Seguir leyendo Europa islámica: el dramático cambio demográfico del que nadie habla